Cinco preguntas que nos tenemos que hacer antes de una cirugía estética

Si bien millones de cirugías estéticas se realizan en el mundo a diario, algunas por problemas de salud y otras por estética, hoy en día siguen apareciendo noticias sobre pacientes que sufren complicaciones y mala praxis. Por eso nos preguntamos: ¿qué es lo que tenemos que saber antes de embarcarnos en una cirugía estética?

Lo primero que se debe comprender es que una cirugía plástica no tiene mayor riesgo de complicaciones que una cirugía convencional, pero cabe destacar que sí tiene un riesgo aumentado realizarla sin las medidas o cuidados necesarios para minimizar el riesgo de que esas complicaciones aparezcan. Asociaciones médicas de todo el mundo se encargan de recopilar datos estadísticos y los mismos demuestran que la muerte cómo complicación de una cirugía estética no supera al 0,1% de los procedimientos, sin embargo el porcentaje puede verse aumentado cuando la cirugía no se realiza con las medidas de cuidado que merecen.

Cuando hablamos de medidas de cuidado nos referimos a todos aquellos aspectos que, tanto médico como paciente, deben considerar para disminuir al máximo el riesgo de que una complicación aparezca. Aquí las 5 principales preguntas que debemos hacernos:

¿Qué buscamos?

Las entrevistas profesional-paciente son fundamentales. La relación que se establece entre ambos es una sociedad que se inicia cuando se tiene la primera consulta y debe perdurar para siempre. En todo tipo de intervención, es fundamental entender que cada caso requiere una evaluación personalizada, un intercambio entre ambas partes en donde se determine, en base a deseos y aspiraciones realizables, los pasos a seguir. La experiencia es determinante para que la operación sea satisfactoria.

¿Cómo se realizará el procedimiento?

El cirujano debe explicar tanto al paciente como a sus familiares los riesgos del procedimiento así como el alcance de la técnica aplicada; y que en caso de presentarse una complicación, se llegará a un diagnóstico precoz, ya sea a través del examen físico, interconsultas con otros médicos o utilizando métodos de diagnóstico complementario, a fin de resolverla sin consecuencias letales. Este punto es fundamental, ya que muchas veces el temor a ser juzgado por otros colegas hace que un cirujano pueda minimizarla y pasarla por alto queriendo retomar las riendas cuando ya es tarde.

¿Cuándo es el mejor momento para hacerla?

El mejor momento no tiene especificación médica. No existe un momento ideal para realizar una cirugía y que el mismo esté relacionado con las estaciones del año. Si bien es cierto que algunas intervenciones convienen realizarlas en invierno, por ejemplo el lifting para no tener exposición al sol, o lo mismo sucede con las panzas ya que el uso de la faja en verano es incómodo.

Lo que sí es importante destacar en cuanto al momento ideal, es que el paciente se sienta seguro, confiado en que lo que está haciendo está bajo su propia determinación. La confianza en el equipo médico es de vital importancia para lograr una evolución post operatoria como se espera. Es normal que todos los pacientes ingresen a quirófano con un grado de incertidumbre, pero el mismo queda cubierto con la tranquilidad que le da el profesional y su equipo.

¿Dónde realizara?

La cirugía debe ser realizada en un sanatorio o centro quirúrgico con quirófanos habilitados, sala de internación, atención permanente de personal de salud (médicos o enfermeros) y unidad de cuidados intensivos. En caso de no poseer esta última, se debe disponer de un sistema de traslado urgente a un centro de salud de mayor complejidad.

No se pueden realizar cirugías mayores en lugares que el paciente no pueda quedar internado. Muchas veces los costos sanatoriales son tan altos que el paciente opta por sobreindicar un alta precoz y transformar una cirugía de internación en una cirugía ambulatoria. Esto retrasa el diagnóstico y por supuesto el tratamiento.

¿Con quién realizarla?

Este punto es el más importante. El paciente debe conocer a su médico. El profesional tiene que ser un Cirujano Plástico, especialista habilitado por el Ministerio de Salud, debe formar parte de una Sociedad Científica como por ejemplo la Sociedad de Cirugía Plástica de Bs As (SCPBA) o cualquier otra regional, la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica (SACPER) o Sociedades internacionales como la Sociedad Americana de Cirugía Plástica (ASPS) o mundiales como ISAPS. Pertenecer a estas entidades garantiza que el profesional ha estado realizando cursos, rindiendo exámenes y ejerce la profesión con ética y responsabilidad.

Por otra parte, el equipo quirúrgico debe estar constituido por un cirujano principal, un cirujano ayudante, un anestesiólogo y una instrumentadora quirúrgica. Se tiene que estar seguro que quien realiza el procedimiento es un médico especialista en esa rama de la medicina. Este punto aplica al “Intrusismo médico” en donde, por ejemplo, odontólogos aplican Botox o rellenos, Oftalmólogos operan párpados, o ginecólogos practican aumentos mamarios.

Con estas 5 medidas una cirugía plástica realizada bajo óptimas condiciones de seguridad y con los profesionales es un procedimiento muy seguro que presenta las complicaciones comunes de cualquier intervención. Saber qué, cuándo, dónde, cómo y con quién, es una obligación y necesidad que el paciente debe tener para conservar su tranquilidad.

Por el Dr. Juan Manuel di Diego, Cirujano Plástico, MN 10350. Director Médico de CRENYF.

 

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