La prevención está en nuestras manos

Las manos son una de las formas que tienen los seres humanos de entrar en contacto con el mundo. A través de ellas se toca y se aprende; se escribe, se come, se juega; se da afecto; y se manipula todo tipo de objetos. Esto también las convierte en las principales portadoras de gérmenes, que pueden causar enfermedades.

Es por ello que el hábito del Lavado de Manos debe naturalizarse e incorporarse como una necesidad constante y una buena práctica para cuidar la salud individual y de la comunidad: la higiene de manos es una de las maneras más efectivas para prevenir y reducir las infecciones asociadas a la atención sanitaria.

Es importante que todas las personas de todas las edades se laven las manos y que los niños incorporen desde pequeños estas acciones. La escuela juega un rol importante en el cambio cultural, allí los chicos aprenden, toman conciencia y luego transmiten lo aprendido en su hogar y en su comunidad.

Enfermedades

Infecciones como la diarrea, neumonía, las infecciones cutáneas, infecciones a los ojos o parásitos intestinales se pueden evitar por medio de una buena higiene de manos, ya que la flora microbiana cutánea transitoria de la piel contamina las manos por el contacto con los objetos, secreciones y material fecal. Entre los microorganismos patógenos se puede mencionar a Escherichia coli, Salmonella spp., Shigella spp., Clostridium perfringens, Giardia lamblia, huevos de Taenia, Norovirus, y el virus de la hepatitis A. Además, según estudios, el acto de lavarse las manos con agua y jabón puede reducir la incidencia de las tasas de diarrea entre niños menores de 5 años a casi 50% y las infecciones respiratorias a cerca del 25%. Estas enfermedades son la tercera y cuarta causa de muerte en niños menores de 5 años en las Américas y causan el 9,5% de los fallecimientos.

¿Realmente sabemos cómo lavarnos las manos?

El lavado de manos debe realizarse con agua y jabón, principalmente en momentos críticos, por ejemplo antes de comer y después de usar el inodoro. También se pueden utilizar soluciones o geles alcohólicos, que son desinfectantes de primera elección. Estos se recomiendan, en particular, en establecimientos sanitarios para los profesionales de la salud donde la higiene de manos es una obligación y no puede ser omitida por ninguna circunstancia.

A la hora de lavarse las manos, es fundamental retirar anillos, relojes y joyas, ya que la piel debajo de los mismos está más densamente colonizada por gérmenes que las áreas libres de la piel en los dedos. Representan una fuente potencial de desarrollo de microorganismos y por lo tanto pueden ser un reservorio para múltiples gérmenes. Por este motivo, otra cuestión que es importante tener en cuenta es la higiene de los objetos que se manipulan con frecuencia, por ejemplo los teléfonos celulares, y artefactos electrónicos. Es importante adquirir el hábito de limpiarlos y desinfectarlos periódicamente ya que forman parte del entorno, se llevan con uno en todo momento, los niños los tocan e incluso, algunos bebés se los llevan a la boca. Los microorganismos no se ven, pero están ahí, imperceptibles, buscando y pueden causarnos daño.

 Once pasos para una técnica correcta de lavado de manos con agua y jabón
  1. Mojarse las manos.
  1. Aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano.
  2. Frotar las palmas entre sí.
  1. Frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa.
  1. Frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  2. Frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos.
  3. Rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa.
  1. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa.
  2. Enjuagar las manos.
  1. Secarlas con una toalla de un solo uso.
  1. Utilizar la toalla de papel para cerrar la canilla.                                                                                                                                                                                                                                                                          Para maximizar la efectividad del lavado de manos, ésta debe tener una duración mínima de un minuto, usar una cantidad adecuada de jabón y abundante agua y secarse con toallas de papel desechables.
*Asesoró la Lic. Mirian Hinojosa, supervisora en Control de Infecciones de la Clínica Olivos. M.N: 67136, M.P:3166
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