¿Cómo es el estudio que permite conocer el estado de los pulmones?
La espirometría suele constituir el primer escalón diagnóstico de todo síntoma respiratorio y aporta información sobre el funcionamiento de pulmones, bronquios, tráquea y músculos respiratorios. Se utiliza desde los 3 años en adelante, no requiere muestra de sangre, anestesia, ayuno y se efectúa en alrededor de 20 minutos. Es por ello uno de los métodos más utilizados por los profesionales de la salud respiratoria.
Para realizarla se usa un dispositivo denominado “espirómetro”, que está formado por dos piezas: una boquilla y un tubo que se conecta a una máquina que registra y muestra los resultados. El sujeto debe sentarse en una silla y soplar varias veces para medir la cantidad y fuerza del aire espirado. De ese modo será posible determinar el volumen de aire exhalado y detectar trastornos que comprometen el pasaje de aire a través de los bronquios.
Antes del estudio se debe evitar tomar medicamentos contra el resfrío, cafeína, bebidas carbonatadas, exponerse al humo del tabaco y comer en abundancia. Si está tomando algún medicamento es posible que el médico le pida que deje de hacerlo durante una cierta cantidad de tiempo, además de indicarle que realice prácticas para el estudio: como simular que está soplando las velas de su torta de cumpleaños o inflando un globo.
Una vez obtenido el registro espirométrico, los valores de capacidad respiratoria y velocidad del flujo aéreo son comparados con valores de referencia surgidos de estudios realizados en población sana, tomándose en cuenta especialmente la edad, sexo y talla. Los resultados anormales generalmente significan que usted puede tener enfermedad pulmonar o torácica.
¿Cuándo hacerse una espirometría?
Si tiene síntomas tales como tos, catarro, silbidos en el pecho o falta de aire al hacer esfuerzos.
Si fuma o fumó en algún momento de su vida.
Si tiene una enfermedad respiratoria ya diagnosticada. En estos casos el estudio se realiza en forma periódica.
Si realiza actividades laborales vinculadas a la industria minera, textil, química, metalúrgica, maderera, entre otras.
Si va a someterte a una cirugía.
Si va a comenzar a practicar deporte.
Desde el punto de vista médico se recomienda realizarla a toda persona en que se sospeche enfermedad pulmonar, tanto para su diagnóstico como para controlar su evolución. Las enfermedades que más se benefician de este método de diagnóstico son: la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), el Asma, las enfermedades alérgicas, la Fibrosis Quística y Bronquiectasias, y la Fibrosis Pulmonar.
Asesoró: Dra. Laura Giorcelli, Médica Neumonóloga (MN 78788). Médica de Planta del Servicio de Neumonología del Hospital de agudos Juan A Fernandez (CABA) y miembro de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.