¡Feliz día nutricionistas!
El 11 de agosto se celebra el Día del Nutricionista en memoria del Dr. Pedro Escudero, maestro de la Nutrición en el país y en toda América Latina.
En la década del 30′ el doctor Escudero creó la primera carrera de nutrición, fundó el Instituto Municipal de la Nutrición (actual Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires), la Escuela de Dietas y el Curso Superior de Médicos Dietólogos, presidió el primer Instituto de América Latina dedicado al estudio de enfermedades relacionadas con la nutrición. Sus lineamientos sirvieron para el desarrollo de planes similares a lo largo del continente.
Además, fue el creador de las llamadas 4 Leyes de la Alimentación adoptadas a nivel global.
- Ley de la Cantidad: todo plan debe cubrir las necesidades calóricas de cada individuo para ello es necesario tener en cuenta el balance energético.
- Ley de la Calidad: todo plan debe ser completo en su composición, esto es, que debe aportar hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
- Ley de la Armonía: esta ley se refiere a la relación de proporcionalidad entre los distintos nutrientes.
- Ley de la Adecuación: la alimentación se debe adecuar al momento biológico, a los gustos y hábitos de las personas, a su situación socioeconómica y a la/s patología/s que pueda presentar.
En reconocimiento al Dr. Escudero la Sociedad Argentina de Nutrición desea saludar a todos los profesionales de la nutricion en su día, invitándolos a participar de las actividades académicas que la SAN ofrece para su capacitación y constante actualización.
Según la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo para Enfermedades No Transmisibles realizada por el Ministerio de Salud de la Nación en 2013 aumentó un 42,5% la prevalencia de obesidad respecto del 2005 (14,6% a 20,8%), con un incremento menos significativo desde 2009.
Para prevenir las enfermedades crónicas la Sociedad Argentina de Nutrición recomienda una alimentación saludable basada en las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud:
– Reemplazar ácidos grasos trans y grasas saturadas por grasas insaturadas y fuentes de omega3.
– Asegurar un consumo adecuado de frutas y verduras y ácido fólico.
– Promover el consumo de cereales, preferiblemente el grano entero para aumentar la ingesta de fibra.
– Limitar el consumo de azúcares agregados.
– Limitar el exceso calórico de cualquier origen.
– Limitar el consumo de sodio (5 gr. de sal por día).