Sangrados fuera del ciclo menstrual, ¿cuándo estar alerta?
Los sangrados fuera del ciclo son más frecuentes en los extremos de la edad fértil de la mujer: suelen darse al inicio de la vida menstrual y en la época cercana al climaterio o menopausia. Por lo general, suelen originarse por la expresión de alguna alteración del eje hormonal que regula el ciclo. Por ello, frecuentemente resultan de ciclos anovulatorios, es decir cuando no se produce ovulación, lo que puede producir alteraciones en la menstruación. Si bien pueden deberse a múltiples factores, la mayoría de estos sangrados son parte de la normalidad de estas etapas y no requieren intervención médica.
Sin embargo, existen otras causas que pueden provocarlos. Las más frecuentes pueden ser:
- Físicas, enfermedades graves, cambios bruscos en el peso corporal o el caso de personas sometidas a entrenamientos intensos y que tienen bajos porcentajes de grasa corporal.
- Psíquicas, enfermedades psiquiátricas o sus tratamientos; trastornos graves de la alimentación como la anorexia-bulimia, entre otros; o traumas emocionales graves, que una vez superados no presentan dificultades para el restablecimiento natural del ciclo.
- Causas orgánicas, que se pueden desarrollar en la vulva, la vagina o cuello del útero, entre las que se destacan las lesiones traumáticas o infecciosas y tumores benignos o malignos. En estos casos, el tratamiento dependerá del diagnóstico y requerirán necesariamente la intervención de un médico para tratarlos y aclarar el origen del sangrado.
¿Cuándo estar alerta?
En el caso de pacientes que concurren regularmente a la consulta médica y no presentan patologías, estos sangrados pueden entenderse como algo normal. De todas formas, si estos episodios se prolongan o se repiten frecuentemente en varios ciclos es necesario consultar con un profesional.
En ese sentido, a aquellas pacientes que lleven mucho tiempo sin realizarse controles, se les recomienda hacer una consulta con un médico frente a cualquier sangrado anormal. Además, es importante saber que no se considera normal el sangrado luego de un año de haberse producido la última menstruación.